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jueves, 6 de diciembre de 2012

Braco de Weimar


BRACO DE WEIMAR 

Braco de Weimar

GRUPO

7

SECCIÓN

Sección 1. 2: Perros de muestra continentales

NACIONALIDAD

Alemana.

TALLA

Altura a la cruz: Machos: 59 a 70 cm (medida ideal: 62-67 cm). Hembras: 57 a 65 cm (medida ideal: 59-63 cm). Peso: Machos: Aproximadamente de 30 hasta 40 kg. Hembras: Aproximadamente de 25 hasta 35 kg.

PELO

Pelo corto: La capa externa corta, fuerte, bien tupida y bien adherente al cuerpo. Sin o con muy poca lanilla interna. Pelo largo: Capa externa de pelo suave y largo con o sin lanilla interna. Lacio o levemente ondulado.

COLORES

Gris plateado, gris ciervo o gris ratón así como transiciones entre estas tonalidades. En lo general la cabeza y las orejas de un color más claro. Se admiten marcas blancas sólo muy pequeñas en el pecho y en los dedos. Las marcas rojas o color fuego son una falta severa.

COLA

Inserción un poco más baja de la línea de la espalda. Cola fuerte y bien cubierta de pelo. Cuelga en reposo; cuando está atento y durante el trabajo en posición horizontal o un poco más elevada.

OREJAS

Anchas y bastante largas, llegando a la comisura de los labios, con las puntas redondeadas. Cuando el perro está atento las dobla ligeramente hacia adelante, plegadas.

CRÁNEO

En armonía con el tamaño del cuerpo y la región facial. Occipucio moderadamente marcado. Detrás de los ojos el arco superciliar es bien visible. Depresión naso-frontal muy leve.

OJOS

Color ámbar, de oscuros a claros con una mirada inteligente. En los cachorros son color azul cielo. Redondos, apenas rasgados. Párpados bien adherentes.

NARIZ

Grande, sobresaliendo al maxilar inferior. Color carne oscura cambiando gradualmente al color gris en su parte posterior.

PECHO

Fuerte, pero no demasiado ancho, con suficiente profundidad, casi hasta el nivel de los codos. Bien arqueado sin tener forma de barril; costillas largas y antepecho bien marcado.

MIEMBROS ANTERIORES

Rectos y paralelos, con los hombros largos y oblicuos. Buena angulación de la articulación escápulo-humeral.

MIEMBROS POSTERIORES

Colocados en forma paralela, sin inclinarse ni hacia adentro ni hacia afuera. Muslo suficientemente largo, fuerte y con buena musculatura.

PIES

Pies delanteros con dedos bien juntos y arqueados. Los dedos centrales más largos son una característica de la raza y por lo tanto no se deben considerar una falta. Uñas de color claro a gris oscuro.

Braco de Weimar 

Braco de Weimar

• CRONOLOGÍA MODERNA

El braco de Weimar sería el descendiente de los “chiens gris de saint-louis”, raza presente en las recovas de caza franceses hasta el siglo XV. Estos perros se extendieron a la región de Saxe-Weimar hacia el siglo XVII La raza es reconocida en Alemania en 1896. En 1987 se funda el Weimaraner Klub e.V. En 1938 se inicia su cría en Estados Unidos, país que tiene actualmente el mejor plantel de weimaraner en líneas de sangre netamente cazadoras.

• CARÁCTER

De carácter dócil, el weimaraner se educa sin mayores dificultades. Algunos machos tienen, no obstante, un temperamento más fuerte que necesita ser dominado. Es muy inteligente y aprende las líneas de mando y órdenes con facilidad. Suele establecer comunicación gestual con su dueño: habla con la mirada y manifiesta sus emociones con apasionamiento. En un número anterior de nuestra revista Oliver Zügel definía con maestría los 3 rasgos esenciales de su carácter: 1.- Capacidad de trabajo en equipo con su conductor. 2.- Estabilidad mental y “adiestrabilidad”. 3.- Carácter sociable y apegado con su amo.

• UTILIZACIÓN

Perro de muestra empleado esencialmente para la perdiz y el faisán, pero que caza sin dificultad la codorniz y el pelo. Incluso se le ha empleado como perro de sangre para el corzo, lo que prueba su capacidad de adaptación a todo tipo de terrenos. Trabja con decisión en el agua, por lo que es muy apreciado para cazar las aves acuáticas.

• MANEJO PRÁCTICO

El corte de la cola, de efectuarse, deberá hacerse de modo que se reduzca de 4 a 4,5 cm. Las necesidades alimenticias como ración de mantenimiento están entre 1.450 y 1700 Kcal diarias. La ración ha de aumentarse hasta el triple para los ejemplares sometidos al intenso trabajo de la caza.

Braco de Weimar (Weimaraner)

Vamos a encontrar pocos perros de caza con rasgos tan peculiares como los del weimaraner o braco de Weimar. Su manto plateado le hace ya único entre los de su grupo y le dota de un atractivo innegable. No le vamos a confundir con ningún otro bracoide. Sus ojos claros, casi transparentes, en un brutal contraste con la pupila negra, otorgan a su mirada un carácter desafiante y altivo.
Su carácter le diferencia también de otros bracos; su personalidad es dual, con la serenidad, impavidez y bondad de los bracos y el coraje y la desconfianza de los perros de guardería. Animal muy vivaz, es un perro de fuerte constitución, muy elegante, poseyendo una estructura compacta y musculosa. A grandes rasgos, junto a las cualidades de un buen perro de muestra continental tiene las de un óptimo retriever, cobrando con facilidad y sabiendo seguir con maña el rastro de la pieza herida. El weimaraner fue reconocido por la canina alemana en 1896 y durante décadas estuvo prohibida su exportación. Fuera de sus fronteras empezó a ser conocido gracias a Howard Knight, un prestigioso cazador norteamericano que logró sacar una pareja de contrabando en 1938. Pero empecemos por su origen, la Corte de Weimar.

Sabuesos schweisshund

Podemos rastrear los orígenes de la raza hasta los legendarios sabuesos empleados para la caza mayor, que conforman el grupo original de los schweisshunde. De ese tronco formado por sabuesos de color marrón rojizo, entroncados con los más antiguos San Hubertos, descienden también otros perros como el Hannoverischer schweisshund, conocido entre nosotros como perro rojo de Hannover o sabueso de sangre de Hannover, y el Bayerischer gebirgs-schweisshund (sabueso de montaña bávaro o sabueso de sangre de Baviera). Estos sabuesos han dejado su impronta en los rasgos funcionales y en las características morfológicas del braco de Weimar. Estos perros gozaron de una amplia difusión por toda Centroeuropa, lo que dificulta determinar cuál fue su cuna.
Si nos atenemos a los documentos gráficos de los pintores, esenciales para conocer el estado de una raza canina en el pasado, el primero a tener en consideración es un cuadro de Anton Van Dyck, pintor barroco flamenco, realizado en 1631. Es un retrato del joven príncipe Rupprecht von der Pfalz junto a un perro de caza de color plateado. Se trata de un animal de tipo antiguo; por las líneas craneofaciales convergentes, el salto nasofrontal muy marcado y los maseteros bien desarrollados, nos recuerda a las viejas castas hispanas de pachones. Posiblemente en este tipo antiguo esté ya el germen que permitió más tarde dedicar la raza a la caza menor de volatería.

Su bautizo

El Gran Duque Carlos Augusto de Sajonia-Weimar-Eisenach (1775-1828), cuya corte era el principal núcleo cultural alemán con figuras como Goethe y Herder, fue un gran admirador de estos perros de caza. Hombre de finísima cultura y gran pasión por la caza, seleccionó weimaraner para cazar en sus territorios y contagió la pasión por la raza a otros muchos nobles y cazadores. Este hecho causal benefició notoriamente a la raza, pues permitió establecer una población canina con rasgos bien diferenciados y una funcionalidad cinegética de primera clase, que facilitaría notablemente la selección moderna de la raza iniciada muchos años más tarde. En esos años la raza estaba controlada por las familias de la nobleza y no se permitía su posesión a las clases burguesa y campesina.
Como tal, es decir, como raza con reconocimiento por un registro genealógico, lo fue en 1896, año en el que los criadores reciben autorización para inscribir sus cachorros en el Libro de Cría de Alemania. El 20 de junio de 1897 se fundó el club del weimaraner en Alemania (Weimaraner Klub e.V.).
La raza siguió bajo la tutela de unos pocos criadores, que pusieron todo su empeño en no perder el control de la misma.  Casi todas las razas caninas modernas tienen a un hombre ligado a su origen, un apasionado criador que ha luchado para mejorar su tipo y funcionalidad. En esto el weimaraner no es diferente. Robert aus der Herber ha sido considerado como el padre de la raza moderna, mostrando gran pasión por hacer del weimaraner un perro moderno y verdaderamente útil para la caza. Inició su trabajo de cría en 1915 y lo perpetuó hasta el año de su muerte, 1946.
Los últimos estudios genéticos han llevado a considerar que posiblemente la raza como hoy la conocemos es el resultado de una selección mucho más reciente (en el siglo XIX), a partir de una fuerte influencia del braco alemán y el pointer.

Difusión de la raza

Un ejemplo es lo ocurrido con el afamado cazador norteamericano Howard Knight. Howard había oído muchas leyendas sobre un extraordinario perro de caza de manto argénteo y quiso poseer alguno. Tras lograr ingresar en el Club, consiguió que en 1928 le fuera enviada una pareja, pero estaba esterilizada para impedirle criar. No fue hasta diez años más tarde, en 1938, que logró obtener un lote de weimaraner con el que iniciar la cría fuera de Alemania. Fueron tres hembras y un macho aún cachorro. En Estados Unidos se ha ganado el apodo de fantasma gris.
La II Guerra Mundial, entre 1939 y 1945, hizo que la raza permaneciese aislada en las fronteras germánicas. Una vez finalizada la contienda, el rechazo de todo lo alemán que se impuso en Europa tampoco facilitó su difusión, siendo ésa la razón de la lenta expansión del weimaraner en comparación con otros bracoides. En Estados Unidos se fundó en 1942 el club de la raza. Estados Unidos no entró en guerra contra la Alemania nazi hasta diciembre de 1941, fecha para la que Alemania llevaba ya tres años de contienda. Eso permitió que ante los importantes costos que suponía mantener a los perros en un país en guerra, algunos criadores germanos no dudasen en vender sus perros a interesados norteamericanos. Ello ha permitido que Estados Unidos tenga actualmente una de las poblaciones de la raza más interesantes del panorama cinológico internacional.
Europa occidental no mostró inicialmente mucho interés por el braco de Weimar. En un país con tanta afición a los perros como Gran Bretaña no llegó un weimaraner hasta 1952, importado por el mayor R. H. Petty, que había cazado con ellos durante la guerra, quedando gratamente impresionado por su versatilidad. No fue admitida la raza por el London Kennel Club hasta 1959, en el que se realizó un total de veinticinco inscripciones. Hoy sigue siendo una raza muy minoritaria en este país. En Francia la raza fue desconocida hasta 1968, cuando el Libro de Orígenes Francés (LOF) acepta la inscripción de 68 ejemplares procedentes de Alemania. En España la raza entró aún más tarde, siendo en 1977 cuando aparecen inscritos tres campeones de España. Sin embargo, fue Elisa Alonso, con el afijo “De Elyss”, la criadora a la que debemos reconocer el esfuerzo de que el weimaraner no sea un extraño en nuestro suelo.

El doble pelo

Desde los inicios de la cría controlada en las camadas de weimaraner de pelo corto aparecían cachorros de pelo largo, lo que llevó a algunos criadores a seleccionar esta variedad. El Club alemán ha admitido siempre la variedad de pelo largo y así la recoge la FCI en el estándar racial, sin embargo en Estados Unidos y Canadá esta variedad levanta muchas suspicacias. En el primitivo estándar de 1896 no se menciona esta variedad, que se introduce por primera vez en la revisión del estándar llevada a cabo por el Club en 1935.
Aunque no figura recogida en el estándar, existe una tercera variedad de manto, la de pelo duro o cerdoso, muy escasa fuera de Alemania y que carece de reconocimiento oficial por la FCI. La presencia de variedad de tipos de manto en los perros de muestra alemanes debería tratarse con más condescendencia por parte de la FCI y los clubes de raza. Los bracoides germánicos tienen todos en vena sangre de castas británicas, especialmente pointer, y de epagneul continentales, por lo que no debe considerarse relativamente natural que periódicamente aparezcan cachorros con mantos largos o duros. Todo sería más sencillo reconociendo estas variedades e iniciando una selección positiva para fijarlas. La política de los clubes muchas veces va en contra de la evolución natural de las razas; parece que tienen interés en congelar el perro tal y como se acordó en una fecha determinada, generalmente cuando se aprueba el estándar, y mantenerlo inamovible. No podemos olvidar que si algo caracteriza a la especie canina es su maleabilidad, su capacidad de evolucionar y adaptarse a las necesidades cambiantes.

Temperamento y adiestrabilidad

El weimaraner es un perro de muestra de temperamento enérgico, pero con un nivel de sociabilidad muy alto, lo que facilita su integración con el cazador y con otros perros de la partida. Algunos han querido ver en su carácter fuerte un defecto en la raza. Esto le permite actuar como perro guardián de propiedades, aunque esta característica no es extraño encontrarla en otros bracos alemanes sin menoscabo de sus aptitudes cinegéticas. Su adiestramiento no reviste mayores dificultades que el del braco alemán, por poner un ejemplo.
En la caza mantiene un galope de tipo mediano a corto, no alcanza grandes recorridos de caza, pero ello no interfiere negativamente en su trabajo. El estándar de trabajo es muy explícito. El estilo del braco de Weimar es toda una forma de cazar. Un conjunto armonioso que alía la seriedad a la eficacia. El contacto con el conductor es permanente.
En la andadura el galope puede verse entrecortado por momentos al trote si éste es suficientemente enérgico para no apagar la impresión general. Un perro enérgico regulará su andadura en función del terreno y de las emanaciones que le llegan, pero debe siempre causar la impresión de una búsqueda activa.
Su porte de cabeza, muy ligeramente bajo la línea del dorso, tiende a bajar más cuando las emanaciones le indican la proximidad de la caza. Sus orígenes lejanos le empujan a seguir la pista de la caza mayor, por lo que algunos controles en el suelo son posibles y están admitidos.
La búsqueda es metódica, delante del conductor, al alcance de la escopeta extendiéndose a un lado y otro del mismo unos ochenta metros. El weimaraner se adapta al terreno y a todas las circunstancias. Su avidez por buscar y encontrar marca su andadura en general y su comportamiento, haciendo de él un perro eficaz y con estilo.
La muestra es una característica de la raza. En pie, la cabeza ligeramente debajo de la línea dorsal o en su prolongación, la cola bien extendida. Mantiene una gran tensión que le empuja a acercarse a algunos pasos de la caza. Muestra una gran seguridad al remontar la emanación. En la guía a la orden, el perro está siempre tenso, aunque en la dirección de la caza permanece prudente.
Cobra de forma natural cuando su dueño le da la orden. Su fuerte musculatura y robusta mandíbula le permiten traernos piezas de todos los tamaños, sin embargo es delicado para la caza, no dañando la pieza.

3 comentarios:

  1. Hola! Solo para comentar que adquirí una guía que me ha servido mucho para educar a mi perro. Les dejo el enlace por si les interesa: https://www.comoeducarunperro.net/Como-Educar-a-un-Weimaraner-Guia-de-Entrenamiento-,268_3

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  2. Hola! Solo para comentar que adquirí una guía que me ha servido mucho para educar a mi perro. Les dejo el enlace por si les interesa: http://www.comoeducarunperro.net/Como-Educar-a-un-Weimaraner-Guia-de-Entrenamiento-,268_79

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