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lunes, 1 de septiembre de 2014

Forma correcta de pasear un perro.




¡Perros! Esos maravillosos animales que nos hacen la vida un poco más grata con su compañía, su juego y su cariño... Pero no por ello nos evitan todos los problemas, ¿verdad?

Todo lo positivo tiene un aspecto negativo. Para mí, pasear al perro es uno de los aspectos más negativos de tenerlo en casa, y sé que muchos otros piensan como yo. Llueva, nieve o haya un vendaval, tu perro necesita hacer sus cosas, y es molesto que las haga en casa, ¿no?

Sé de algunos que los dejan salir solos. ¡Craso error! ¿Y si es atropellado? ¿Y si come algo envenenado? No, no, por desgracia el perro necesita a su dueño para estar a salvo. Pero realmente, pasearlo a veces es tan difícil...

¡Tirones! ¡Empujones! ¡La incansable búsqueda de un tesoro que tú no ves pero él persigue ansiosamente! ¿Cómo lidiar con esta incomodidad?


Para muchos el paseo del perro se convierte en un altísimo muro que hay que escalar con las manos desnudas. Tengo amigos que han tenido algunos problemas al intentar pasear a sus enormes mascotas, que de tanta fuerza los tiraron al suelo, ¡imagínate!

Por suerte no está todo perdido... En realidad el paseo puede convertirse en algo muy grato para ti y para tu perro, de verdad te lo digo. ¿No me crees?

Bueno, piensa conmigo: Imagínate saliendo con tu perro una tarde libre, caminando tranquilamente con tu perrito al lado, sin tirar de la correa, sólo yendo contigo; no da tirones ni empujones ni echa a correr tras otros perros, bicicletas, coches o personas, sólo anda a tu lado.


Me dirás que no es una maravillosa estampa. ¿Utópica? ¡En absoluto! ¡Es muy fácil conseguir pasear a tu perro de esta manera, sin ninguna clase de dificultad!

Mira, el motivo por el que tu perro estira de la correa durante el paseo es, y perdona mi redundancia, la motivación: cuando sale fuera todo el mundo se abre a él, todos esos olores, colores, objetos... Dime, si pasas todo el día sin hacer nada, ¿puedes resistirte a la aventura de un parque de atracciones? ¡A tu perro le pasa lo mismo!

Ahora entiendes cuál es el problema, ¿no? Si le motiva tanto estar fuera, es natural que no te haga caso y sólo quiera explorar más y más, ¿no te parece? 

Por suerte una vez comprendes esta realidad te va a resultar mucho más sencillo lograr que el paseo con tu perro sea mucho, mucho, muchísimo más agradable. Recuerda la estampa: sólo caminar con tu perro al lado, sin tirones ni empujones, en una cálida tarde.

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