Elige un buen perro para tus hijos‏

Elige un buen perro para tus hijos‏

Cuando los niños empiezan a ser un poco revoltosos, uno de los primeros instintos de los amantes de los perros es… conseguirle un perro. Cuando se le quiere inculcar responsabilidad, o darle un compañero de juegos que no se canse nunca, ¿en qué piensas? Exactamente: en un perro.

Si estás valorando la posibilidad de adquirir un perro para tus hijos, hay ciertas cosas que debes tomar en cuenta.

En primer lugar, tiene que ser un perro con mucha paciencia. 

¡Muchísima paciencia! Ya sabes que los niños son casi tan incansables como ellos, y no tienen mucho cuidado: es fácil que tiren de la cola, o las orejas, o den palmadas demasiado fuertes sin querer. Hay que enseñarles a los niños a no hacer esas cosas, pero mientras tanto, el perro tiene que ser muy tolerante.

No todos son tolerantes. Hay razas más predispuestas que otras; por ejemplo, el Bulldog y el Labrador son muy dóciles, mientras que el Yorkshire no soporta muy bien los jugueteos infantiles. Debes tener esto muy en cuenta a la hora de elegir tu perro.

También es mejor si su nivel de energía es medio o bajo. Si es un perro con mucha energía puede que su entusiasmo le haga daño al niño al jugar con él.

Este es un problema, porque a menudo los perros con más energía son los mejores para los chiquillos. Por ejemplo, el Bóxer es un animal con un alto nivel de energía, y que al mismo tiempo es fantástico con los niños.

Por suerte esto tiene una fácil solución. Resulta más sencillo enseñarle al Bóxer a jugar con más suavidad con tus hijos, siempre y cuando tenga otras vías para gastar su energía.

Pero todo lo que quieras enseñarle debes hacerlo de una manera concreta.

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